Los efectos de la dietilamida de ácido lisérgico, más conocida como LSD, no pueden expresarse con palabras, ni acotarse a una definición exacta, pero todos los que la han probado parecen coincidir en algo: su poder para transportarte de una época a otra, para hacerte viajar en el tiempo. Eso le ocurre a Marc, que viaja al pasado, y eso le ocurre a Leo, que sale disparada hacia el futuro.





